Nos encontramos ante un inicio de siembra marcado por la escasez de lluvias y el impacto creciente del cambio climático en los calendarios. En este contexto, el uso de semilla certificada es la herramienta clave para garantizar la viabilidad de los cultivos, no solo en condiciones óptimas, sino también frente a situaciones adversas como las que vivimos actualmente.
Desde APROSE queremos poner en valor el papel fundamental que desempeñan las empresas dedicadas a la producción y multiplicación de semillas certificadas. Aquí además os dejamos el link a sus nuevos catálogos para la campaña de siembra.
En campañas donde la lluvia se hace de rogar, la semilla certificada marca la diferencia. ¿Cómo? Ofreciendo una germinación garantizada en torno al 85 %, así como una mayor tolerancia al estrés hídrico y a temperaturas extremas. Características fundamentales para proteger la rentabilidad de los cultivos en un entorno cada vez más impredecible.
Además, la semilla certificada contribuye directamente a la seguridad alimentaria al permitir producir alimentos más sanos, uniformes y consistentes, adaptados a las demandas del mercado tanto nacional como internacional.
La FAO advierte que el uso de semilla no certificada puede generar “pérdidas severas de rendimiento y calidad”, debido a su baja germinación, variabilidad genética y mayor exposición a plagas y enfermedades. En un año como este, esos riesgos no son asumibles.
En APROSE, seguimos trabajando para apoyar al sector a través del conocimiento técnico, la transparencia y la colaboración entre todos los actores de la cadena de valor. Animamos a todas las empresas productoras y multiplicadoras de semilla certificada a sumarse como socios.
Y recordad, usar semilla certificada es una decisión que asegura mayor productividad, calidad y seguridad en la producción agrícola, beneficiando tanto a los agricultores como a los consumidores.